Fruto de ese trabajo ha sido esta muestra fotográfica, que se complementa con un libro y un documental con el mismo nombre.
A través del recorrido expositivo, la muestra describe y nos hace reflexionar sobre cómo esos menores son ayudados y acompañados en su proceso de recuperación. Desde cómo se les encuentra en las calles, hasta el proceso de rehabilitación, su acceso a la educación, la reintegración familiar y la formación profesional.
Las fotografías de Ana Palacios están llenas de belleza a pesar de las situaciones que se representan ante el espectador, una vía que se abre camino desde el horror hacia la esperanza de millones de niñas y niños en África.